Voces de Artesanas en la Pandemia: Llamely Tejedo

Voces de Artesanas en la Pandemia: Llamely Tejedo

Loreto ha sido una de las regiones más golpeadas por el COVID 19. El gobierno peruano decidió extremar las medidas de toque de queda y cuarentena en esta zona amazónica del país. Su capital Iquitos, otrora febril y dinámica, luce hoy silenciosa, con muchas familias enlutadas por la pandemia.

Los artesanos en maderas duras y exóticas, representantes del arte popular amazónico del Perú, sufren las medidas de aislamiento. Llamely Tejedo Huamán (44), directora de la empresa de artesanía Tejedo Art de Iquitos, lamenta esta crisis con ventas paralizadas y una incertidumbre comercial generalizada. Y el COVID 19 la sorprendió Justo cuando ya sus hermosas piezas utilitarias, elaboradas con la fina madera de palosangre,  se exportaban a Washington y atraían a los miles de turistas que cada año visitaban Iquitos.

Una delegación de artesanos recién pudo ser recibida por representantes del Gobierno Regional de Loreto en plena cuarentena. El gremio artesanal de Iquitos padeció muchos meses de silencio y desinterés de parte de las máximas autoridades loretanas. Hasta que por fin, a nombre del gobernador Elisbán Ochoa,  los funcionarios han prometido a Llamely y a sus colegas sustentar el pedido al gobierno central de Lima para que se decrete el estado de emergencia de la actividad artesanal en la Amazonía. 

Ella es unas artesanas loretanas debidamente registrados ante el Mincetur, la gran mayoría que vive del día a día y que afronta serios problemas económicos por culpa de la pandemia. Pero de éstos, sólo 130 recibieron el correspondiente bono familiar universal para enfrentar la cuarentena. Llamely dice que, al menos, la Municipalidad Provincial de Maynas, con su alcalde Francisco Sanjurjo, les ha proporcionado canastas de  víveres  y herramientas a los artesanos de Iquitos. Sin embargo, no alcanza. El COVID 19 ha dejado miles de familias damnificadas en Loreto. 

Llamely recuerda que el turismo y los city tour por Iquitos consolidaron el mercado artesanal en la capital loretana y hubo mucha venta. Pero los tours con visitantes extranjeros empezaron a frecuentar los albergues naturales y los lodges levantados lejos de la ciudad, en pleno bosque, y las visitas a la ciudad ya no se hicieron. La artesanía citadina fue, así, perjudicada. Había que pensar en la exportación y así nació Tejedo Art, piloteado por esta mujer, hija de un carpintero, contadora pública en la UNAP, que dejó su trabajo en la Caja Maynas para dedicarse al arte y empresa artesanal. Ella misma aprendió con sus hermanos a tallar, tornear, lijar y a dar acabados a la fina madera amazónica, que en este caso proviene del Alto Nanay y es madera certificada que respeta el medio ambiente. Llamely recuerda que su alianza con la Embajada de Estados Unidos y un postgrado de comercio exterior en Manaus (Brasil) le sirvieron muchísimo para consolidarse como artesana, empresaria y hoy lideresa de esta actividad en la región amazónica nacional.

Finalmente, Llamely añade que no se debe circunscribir la lucha por el fomento de la actividad artesanal al ámbito amazónico sino nacional. Por eso, señala que se siente dichosa de haberse conectado virtualmente con la Asociación Nacional de Artesanos Unidos del Perú conformada por 1,200 artesanos peruanos repartidos en costa, sierra y selva del Perú Todos aguardan el pronunciamiento del Gobierno ante la solicitud de la instalación de una Mesa de diálogo con el gobierno central,   que permita reactivar la actividad artesanal en el Perú y que perdure en el tiempo, como la ya antigua Asociación de Artesanos Iquitos de la comunidad campesina San Juan de Miraflores a la cual Llamely pertenece. Porque la lucha por una artesanía más digna, sostenible y acorde a la milenaria grandeza del Perú debe abarcar todos los confines de la patria, sin excepción. 

Periodista:  Juan Ochoa López, uno de sus últimos trabajos antes de fallecer por el COVID-19. Q.E.P.D.

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