Aceleradora de Innovación Textil, un proyecto para un sector textil circular y responsable.

Aceleradora de Innovación Textil, un proyecto para un sector textil circular y responsable.

Por Paloma G. López

A finales del mes de junio, tuvo lugar en Lima, el lanzamiento de la Aceleradora de Innovación Textil, un proyecto seleccionado por la Comisión Europea dentro del programa de financiación Al-Invest Verde y cuyo consorcio formado por la Asociación de Países Emergentes, Cámara de Comercio Italiana, ADEC-ATC, Sociedad Nacional de Industrias y la Asociación Española para la Sostenibilidad, Innovación y Circularidad en Moda, con el apoyo de la Universidad de Lima, tiene como propósito la capacitación de MIPYMES textiles en Lima en cuestiones de Economía Circular y Sostenibilidad y de este modo conseguir organizaciones más resilientes, de bajo impacto medioambiental y social, preparándolas para un escenario social y legislativo más concienciado en el cuidado del planeta.

Se trata de un ambicioso proyecto piloto que busca conectar a multitud de actores del sector textil peruano para demostrar que el trabajo en red y el fortalecimiento de alianzas es la base para el éxito de la circularización de la industria.

Que sea Perú el país elegido no es casualidad dado que el textil peruano tiene un peso considerable en la industria mundial y, según datos de la Cámara de Comercio del Perú, con un avance exponencial que a finales del 2021 cerró con un crecimiento del 51% más, respecto a años anteriores. Se calcula que genera alrededor de 412 mil empleos directos y el país alberga 46 mil empresas. Esto nos sitúa frente a un sector con un potencial enorme de actuación y grandes posibilidades de desarrollo que pueden desembocar en un mayor bienestar social y ecológico siempre y cuando se elijan bien el camino y los actores del cambio.

Como es de esperar, dado el volumen de negocio que mueve y el grado de importancia que en el país tiene el textil, supone también un gran impacto medioambiental y social para el cual, a día de hoy, no existe una política efectiva ni un plan estratégico que afronte, por ejemplo, la problemática del excedente generado o el residuo textil.

Este es el punto de partida de nuestro programa piloto “Aceleradora de Innovación Textil” que busca activar la economía circular en pequeñas empresas situadas en los municipios limeños del este como La Victoria, San Juan de Lurigancho, Ate o El Agustino, pero con la ambición de llegar a otras zonas e incluso al resto del país.

Esta activación territorial con el foco en MIPYMES textiles identificará a los actores necesarios para construir una red de trabajo susceptible de circularizarse mediante el intercambio de recursos humanos y materiales, y el apoyo mutuo. Un reto importante que comienza con el mapeo de esas empresas, un aspecto vital dado que han de ser representativas de la cadena de producción textil para permitir organizar ese plan maestro en circularización y desarrollo local con hondas raíces sostenibles y bajo impacto medioambiental.

Un aspecto importante es el hecho de que se trata de un sector mayoritariamente trabajado por mujeres cuyas condiciones laborales y personales complican un planteamiento de trabajo convencional pues la conciliación familiar y las cargas personales piden unas estrategias a medida que funcionen con efectividad. Este reto viene a sumarse a los desafíos a los que ya de por si se enfrenta el sector y que yo misma expuse en el acto de lanzamiento en la sede de la Cámara de Comercio Italiana en Lima.

Cada problema asociado a la industria textil es un desafío para un sector en busca de soluciones. Soluciones que han de definir una estrategia clara que permita afrontar el problema con eficacia, sin rodeos y optimizando recursos. Así, por ejemplo, la escasez de suministro energético o de materias primas que, al ritmo actual, irremediablemente padecerá el planeta, nos corresponde enfrentarla con astucia y hacia la transición a energías renovables y neutras en emisiones, agricultura regenerativa y local, aguas limpias y bien gestionadas (recordemos que la industria textil hace un uso intensivo del agua en todas sus fases de producción), circularización de los procesos (lo que supone una atención plena a los residuos textiles). Procesos que en numerosas ocasiones ya estaban presentes y se desconocía su utilidad en esta transición y solo se trata de identificarlos, perfeccionarlos y darles fuerza.

Esto lo conseguiremos aplicando, en la mayoría de los casos, los principios de la Biomímesis que nos ayudan a reconocer en las estrategias de la Naturaleza nuestra propia capacidad de autogestión en equilibrio con el entorno, algo que nuestros antepasados sabían y que fuimos perdiendo en aras de un progreso mal entendido que dio la espalda a las raíces de la vida. 

El textil peruano y sus tradiciones son fuente de sabiduría y conexión con la Tierra, como también lo son todos los países circundantes del Sur de América. Puede que las soluciones hayan estado siempre ahí y se trata solo de reavivar modos de hacer que nos reconcilian con la vida y nuestro ser, ahora con la oportunidad de poder utilizar las ventajas de la innovación tecnológica y hacer que juegue a nuestro favor.

Mirando de vuelta las raíces y tradiciones textiles nos damos cuenta como esa circularidad, tan perseguida en estos momentos de crisis climática, había sido parte de nuestro día a día hasta la llegada de la sobreproducción y el hiper consumismo, es decir, antes de la fast fashion y low cost. Estas prácticas vinieron a desvalorizar nuestra identidad con algo que se ha dado en llamar la “democratización de la moda” y que tiene tantos defensores en búsqueda del beneficio económico puro y duro.

Compartir recursos, circuitos cerrados de agua, eliminación gradual de tóxicos en la ropa y en los vertidos textiles, identificación de la huella textil, nuevas técnicas de patronaje y confección, reciclaje textil, son algunos de los pasos necesarios hacia un sector más responsable y ecológico. Pero, al mismo tiempo, se hace necesario trabajar codo con codo con todos aquellos colectivos más vulnerables que tienen un potencial enorme para devolverle la humanidad a un sector que se ha hecho tristemente protagonista por un trato duro e injusto a sus trabajadoras y trabajadores.  

Trabajar en paralelo los impactos medioambientes junto con los impactos sociales es un reto que hay que afrontar dado que si no se hace a la vez la tan ansiada sostenibilidad no será posible.

Llegó el momento de frenar el avance de una industria voraz y demoledora para la biodiversidad del planeta y para las personas. Ya somos mucha gente pequeña, en pequeños lugares, consiguiendo pequeños avances quienes vamos a cambiar el mundo y la Aceleradora de Innovación Textil trabajando desde Lima se ha propuesto que el cambio sea tangible, efectivo y ejemplo de que las cosas pueden hacerse bien y de otra manera ¿nos acompañas?

 

 

Paloma G. López

Directora The Circular Project — CSFW Madrid Circular Sustainable Fashion Week Madrid
Presidenta SIC MODA Asociación Española para la Sostenibilidad, la Innovación y la Circularidad en Moda 

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