• La falta de un adecuado acceso al mercado es uno de los principales causantes de este bajo ingreso económico en la provincia.

• Estos resultados son arrojados por un estudio realizado por ASPEm en la provincia de Canchis, Cusco, y en el distrito de Lima, Ate.

Entre febrero y abril, ASPEm, como parte de las acciones correspondientes a la línea de base de su proyecto “Mujeres con Talento: Organizaciones de Artesanas y Confeccionistas Empoderadas Dinamizan la Economía Local”,  realizó un estudio sobre las brechas sociales y económicas que existen entre las mujeres y hombres artesanos de la provincia de Canchis y del distrito limeño de Ate. Una investigación que, a la fecha, ha revelado la situación del sector de artesanía textil y de confección en ambas zonas.

A través de una muestra compuesta por 164 artesanos y artesanas que se dedican activamente a este sector productivo, el estudio  identificó que una de las principales problemáticas del rubro de artesanía textil y confección es la falta de un acceso adecuado al mercado lo que se convierte en un determinante para los ingresos económicos de sus trabajadores.

Para el caso de Canchis, pese a que posee 51 asociaciones dedicadas a este sector, no es considerada por la provincia como una actividad económica relevante.  Esto es revelado por la investigación al mostrar la dinámica comercial que se maneja en la localidad cusqueña, la misma que le genera, al 57% de sus artesanas, solo 276 soles de ingresos estacionales; se define así ya que ellas no reciben un sueldo mensual fijo sino uno que está sujeto a las ventas que logran a través de ferias que se dan 3 o 4 veces al año y a las que acceden gracias al apoyo de organizaciones no gubernamentales o de la municipalidad. Por lo que se puede considerar que estas artesanas forman parte del 80% del PEA cusqueño que labora en la informalidad según IINEI. Solo Alrededor del 2% de las artesanas llega a un ingreso de 1000 soles, al contar con un punto de venta fijo que suelen ser tiendas en la ciudad de Cusco.

Con relación al distrito de Ate, la historia del sector de confección no es muy distinta. Tras aplicarse las encuestas a 5 asociaciones de confeccionistas de la zona, se determinó que, pese a tener un ingreso mensual mayor que las artesanas de Canchis que va, desde un mínimo, de 1 sol hasta los 1200 soles, su acceso al mercado es limitado pues solo tienen una forma de venta que es la confección a pedido y lo que les restringe el sobresalir en el mercado.

Bajo esta realidad, el sector de artesanía textil y confección resulta un mercado poco atractivo para los jóvenes de Canchis y Ate. Por lo que la mayoría de artesanas que se dedican a este rubro superan los 40 años. Las personas más jóvenes no están interesadas en vincularse con el sector pues no lo consideran rentable por lo que priorizan el salir de sus localidades y recibir estudios universitarios, lo que puede ocasionar una pérdida de conocimientos ancestrales, especialmente para las artesanas de Canchis.  

Es así que, las artesanas de ambas zonas, como bien señala la investigación, demandan un acceso al mercado con precios más justos, una mejora de sus estrategias de venta, mayores capacitaciones así como de equipos entre otros.